Refik Anadol

Episodio 10 C-19 Virtual Summit

Refik Anadol es un artista y director multimedia nacido en Estambul, Turquía, en 1985. Actualmente vive y trabaja en Los Ángeles, California. Es profesor e investigador en el Departamento de Artes Mediáticas de Diseño de la UCLA.

Sé que eres de Estambul y que vives en Los Ángeles; ¿cómo acabaste allí? ¿Cuál fue el punto de inflexión para ti?

Creo que el primer momento en que supe que Los Ángeles podría ser un nuevo hogar fue cuando tenía ocho años. Una historia muy cliché: vi la película Blade Runner y recuerdo con mucha claridad que la ciudad de Los Ángeles, en mi mente, en mi subconsciente, era algo que encerraba el futuro: los coches voladores, la arquitectura y el lugar donde se reinventa el cine. No sólo es la de la tecnología, sino que también está cerca de Silicon Valley. Está en América, en un nuevo continente que es diferente de donde yo vivía; todas estas ideas estaban allí. 

Hice mi primer master de Bellas Artes en Estambul en diseño de comunicación visual. En 2011, realicé una pieza llamada Augmented Structures con un amigo que era arquitecto y me di cuenta de que como un solitario artista multimedia tenía conocimientos muy limitados. En solo tres semanas construimos un proyecto masivo. Y esa noche, la de la inauguración -esto fue hace nueve años-, utilizamos datos de sonido de la calle y construimos una superficie tridimensional y un método de proyección. No dormí; me sentía raro. El estreno fue increíble y la gente lo disfrutó, pero sentí que ese no era todo el trabajo que quería hacer en mi vida. Fue increíble, pero también un poco horrible. Entonces, pensé que era el momento de ir a otro sitio.


Miré abiertamente opciones en Europa y Asia, pero me sentí muy conectado a mi escuela, que es la UCLA, el Departamento de Artes Mediáticas del Diseño, donde obtuve mi título. Algunos de mis héroes personales trabajan allí, tengo que decirlo, siempre dedico mis charlas a mis héroes y profesores. Sin ellos, no somos nada. Tuve varios grandes mentores como Casey Reas, Christian Molard, Jennifer Sinochem y Rebecca Mendez. Son personas increíbles: artistas multimedia que llevan mucho tiempo utilizando la imaginación tecnológica. Me dije: "Voy a aprender de los mejores y luego crearé un nuevo viaje con mi estudio (con suerte) cuando termine". Ese era el plan. En noviembre de 2011 lo puse en marcha y ahora estoy en Los Ángeles trabajando con mi equipo. Ha sido un viaje de ocho años, pero es emocionante. Estoy muy feliz de estar en esta ciudad.


¿Cuándo te diste cuenta que querías incorporar la IA a tu trabajo digital? 

Creo que puedo comenzar con la influencia que tuvo en mí la película Blade Runner. Blade Runner, para los que no la conocen, es una historia sobre replicantes en la que una máquina tiene este contexto de vida centrado en el ser humano. La ciudad que habita siempre representó la IA para mí; desde el momento en que la vi, la Inteligencia Artificial nunca salió de mi mente.


Creo que mi verdadera conexión con la idea de una máquina fue a los ocho años. Conseguí mi primer Commodore 128 y empecé a jugar, ¡fui un grandísimo adicto a los videojuegos durante mucho tiempo! Supongo que jugaba un poco demasiado. En los juegos, cuando piensas en un oponente alternativo, una máquina puede ser tu amiga y jugar contigo, ganarte o unirse a ti para competir contra otra máquina. Me gusta esta sensación de la IA; siempre está en el menú. Como en Starcraft, ¿verdad? Así que tenía una pregunta: "¿Cómo puedo fusionar intencionadamente la IA en mis obras de arte?". Comenzó alrededor de 2012, cuando fundé mi estudio de diseño multimedia con Kayseri. Estábamos discutiendo si los datos podrían convertirse en un pigmento o en pinturas de datos y luego, con Christian Müller, nos preguntamos: ¿pueden los datos convertirse en una escultura? Y realizamos las esculturas; esos fueron los primeros pasos en 2012 y 2013. 


Alrededor de 2015 me inspiró una increíble imagen que comenzó a aparecer en Reddit, diversos foros...en todas partes. El DeepDream. Para la gente que no lo conoce, DeepDream es básicamente una investigación desarrollada durante el ImageNet Large Scale Visual Recognition Challenge en 2014 que utiliza una red neuronal y de coalición llamada Inception. Los maravillosos ingenieros de Google estaban explorando y experimentando con la retropropagación, que es una técnica que permite a una máquina reinterpretar lo que aprende, reconstruyéndolo, basándose en lo que sabe. La idea de que una máquina pueda aprender e interpretar la realidad está tan cerca de lo que somos como humanos y de nuestra  propia capacidad cognitiva de imaginar, soñar y alucinar. Y entonces, en febrero de 2016, en San Francisco, un grupo de Google lanzó un algoritmo que podía ser utilizado por cualquiera, llamado DeepDream. Mario Klingemann y Memo Akten, que fueron dos de los primeros artistas que trabajaron con este medio, hicieron una subasta con piezas creadas en DeepDream. Fue una revolución increíble que un algoritmo, un algoritmo de IA, se hiciera público y que todos pudiéramos utilizarlo. Fue increíble. Y ese año dije, muy bien, es hora de que aprenda IA. Pero lo más sorprendente ocurrió cuando recibí una invitación para colaborar con el Grupo de Artistas e Inteligencia Artificial de Google. Es un programa de residencia dentro de Google fundado por Blaise Agüera y Arcas, que es una mente maravillosa, un ingeniero brillante y un investigador distinguido. Él y Kenric McDowell, que es el creador de IA del programa, me ofrecieron esta increíble oportunidad. Eso me llevó a trabajar con Mike Tyka en un equipo durante casi un año. Y así es como empecé mi viaje con la IA. Creo que puedo ser una de las primeras generaciones de artistas que utilizaron la Inteligencia Artificial y, afortunadamente para mí, fue un gran despegue.


Me inspiró mucho la idea de la conciencia y su contexto en la IA. Fuimos muy afortunados de tener este increíble libro de Jorge Luis Borges llamado la Biblioteca de Babel, que cuenta la historia de una biblioteca que contiene toda la información disponible en el mundo. Y empezamos por ahí. La idea base era: ¿Qué pasaría si todo un archivo pudiera soñar? Y luego observamos los patrones de información producidos a partir de millones de imágenes de una biblioteca pública y dejamos que el archivo soñara sus propios contextos. Y me obsesioné con el concepto. Cuando una máquina aprende, guarda los datos en dimensiones, un espacio matemático, que se llama espacio latente. Y yo estaba fascinado con esta idea, ¿cómo podemos navegar en un mundo que no existe? Ni siquiera podía tocarlo. Así que creé todas las historias y todos estos algoritmos como datos de viaje de reducción dimensional inferior, concepto de universo, y al final todo esto se convirtió en una pieza inmersiva. Y ahora es un estudio desde hace cuatro años. Sólo nos centramos en la IA y su importancia en las artes. 


Si los ordenadores ahora son capaces de "soñar", ¿cómo te imaginas el futuro de la IA? Antes hablabas de Blade Runner y de cómo se imaginaban que sería  la IA en el futuro, pero hoy eres capaz de concebir una nueva visión de la IA. ¿Cómo ves la evolución de la IA dentro de unos 10 años?

Bueno, tengo muchos héroes y fuentes de inspiración en la ciencia ficción, así que siempre digo que me inspiro recordando el futuro. Y ya sabes que soy un artista. Soy informático. No soy un neurocientífico. Pero creo que, como ser humano, disfruto de poder crear imaginación. Y creo que, como dijo Carl Sagan, la imaginación nos llevará a menudo a los mundos que nunca fueron, pero sin ella no vamos a ninguna parte. Creo que es una afirmación increíble de un científico que ha inspirado a muchas generaciones. Así que la imaginación es una forma de abordar esta cuestión. Todavía estamos en los primeros pasos, pero DeepMind, entre otros, está llevando a cabo una investigación increíble. Me sentí muy honrado al recibir recientemente un hermoso correo electrónico de Demis Hassabis, el director general de DeepMind, porque, sobre todo, mi inspiración proviene de las personas que están haciendo este tipo de investigación de una manera ética, profunda y con propósito. Así que creo que, como artista, estoy en una posición muy única y tengo la ventaja de poder trabajar con Intel, IBM, Microsoft, Nvidia porque estas son las personas que están inventando nuestro futuro y estas son las personas que realmente están haciendo nuevas políticas en torno al tema. Así que creo que la única manera de predecir el futuro es trabajando con estas mentes y entender su propio concepto del futuro. 


Así que lo que puedo decir es que todas las personas con las que estoy trabajando y colaborando son personas extremadamente positivas y no están aquí para crear una entidad maligna. No están aquí para crear Skynet. No están aquí para crear el algoritmo maligno que destruirá todas las cosas conocidas y que nos hará perder nuestros empleos. Así que, en primer lugar, vamos a deshacernos de esa idea. Soy muy consciente de la naturaleza humana y no ignoro esas ramificaciones, pero creo que tenemos que plantearnos otras preguntas. 


Para mí, el futuro de la IA consiste en mejorar el poder de la mente, en ampliar el poder de la mente. No se trata sólo de una tecnología genial con píxeles brillantes. En realidad se trata de ampliar nuestra capacidad cognitiva. Y cuando pienso en eso, no estoy pensando en el estilo de Elon, es decir, estos días Elon Musk revelará un demo de Neuralink, que probablemente será una idea con un potencial muy malvado, no para que él la use, por supuesto, pero que tal vez puede usar alguien más. Que por cierto, puede que Elon Musk sea la persona más brillante del mundo, pero si alguien abre la puerta al cerebro humano, será, sin duda, un lío. Así que trabajemos para aceptar ese hecho. Pero lo que estoy diciendo es que cuando la IA se utiliza con un buen propósito, podría ayudarnos a encontrar la cura del Alzheimer o del cáncer, o a encontrar una solución al cambio climático y a encontrar formas de mejorar el aprendizaje. Y yo soy un artista, el arte es uno de los medios para crear conciencia y mejorar nuestra imaginación. Pero pensando en términos prácticos, tenemos una gran oportunidad de hacer algo que nunca se ha hecho antes para la humanidad. 


Estoy uniendo los puntos de tu trabajo porque sé de tu experiencia personal con tu tío con Alzheimer, así que el arte, y no solo la tecnología, está de alguna manera remodelando el futuro, debe haber arte, el arte parece ser experimental y expansivo de forma que tú como artista y como creador eres el que está remodelando la forma en que concebimos el futuro. 

Sí, en 2016 tuve la oportunidad de presenciar el poder de la Inteligencia Artificial gracias a la residencia artística de Google y al año siguiente tuve la desgracia de ver cómo mi tío perdía sus recuerdos a causa del Alzheimer. Para mí, el arte es la única forma de entender realmente quiénes somos y encontrar ese lenguaje común que nos conecta a todos. Quiero decir que no creo que una experiencia centrada en uno mismo sea lo suficientemente útil o impactante como para dar forma al futuro de la humanidad, pero de nuevo, es arte y tenemos libertad de imaginación. Lo que realmente me impactó fue darme cuenta de que los recuerdos son nuestra información más preciada, son los datos más importantes para nuestra privacidad y libre albedrío, es decir, para nuestro futuro y nuestro pasado. Así que me quedé súper impactado por el poder de esta enfermedad llamada Alzheimer. 


Y fue increíble aprender que realmente se puede mirar el patrón de la memoria y que los datos que nosotros, como seres humanos, estamos pulsando a través de nuestras señales eléctricas pueden ser reconocidos y medidos con la IA. Así que, de nuevo, la Inteligencia Artificial no se trata de ser llamativo y elegante y genial, a veces siento que el campo en el que estamos no está transmitiendo el contexto y el discurso correcto. Es un gran tema a tratar. 


Así que, en mi opinión, este tipo de imaginación, como dijo Carl Sagan, es donde podemos visualizar un futuro. Así que no se trata de resolver el problema del Alzheimer específicamente, sino de permitir que las artes creen una conciencia que, con suerte, ayude a la gente a apreciar la importancia de recordar y estar presente en el mundo. Al menos esta es mi forma de entenderlo, de nuevo, se trata de expandir el poder de la mente.


¿Consideras que la IA es un cocreador?

Absolutamente! Para mí es como un pincel que piensa, una pluma que piensa. Me permite ir más allá de mis propias posibilidades y me permite ampliar el poder de mi mente, así es como lo veo. No es algo que pueda pensar o decidir por mí todavía, pero quizás algún día. ¿Y por qué no? Sería como tener a un colega imaginando conmigo, estaría encantado de acoger a esa entidad, pero eso no ocurre por el momento, no en esta década. Para entender realmente esta tecnología creo que tenemos que especular, como la arquitectura, que no se trata sólo de hormigón, vidrio o acero, los arquitectos están constantemente especulando sobre el futuro, ya sabes, la vida en Marte, la vida en otros planetas. No lo construyen, pero especulan y lo imaginan. Lo mismo ocurre con la IA, que para mí es como un pincel o un bolígrafo que puede pensar y crear con un pincel pensante es una extraordinaria idea. 


¿Puedes compartir con nosotros cuál es tu proceso creativo para crear nuevos proyectos?

Antes que nada, cuando empecé en 2011 a trabajar por mi cuenta, estaba demasiado limitado y descubrí que estar solo en este juego no está bien. Simplemente no es para mí, al menos. Soy un artista en un estudio trabajando en solitario con un montón de ordenadores. Me sentía demasiado solo. Desde que era joven siempre he disfrutado de salir con amigos, ya sabes, descubrir nuevos lugares o nuevos objetos con los que jugar y simplemente ser curiosos juntos. Supongo que nunca perdí eso. Y entonces fui testigo de que cuando trabajas en equipo eres más que una mente, matas tu ego y te conviertes en esta hermosa máquina orgánica -así es como me refiero a nosotros, "una máquina orgánica"- te conviertes en algo mucho más grande que lo que eres como individuo. Comprendí realmente esto cuando vi nuestras creaciones en 2014, cuando aumentamos el Disney Hall, este increíble edificio diseñado por Frank Gehry. Me sentí muy feliz porque este pequeño equipo consiguió aumentar el edificio de Frank Gehry; recuerda que hace seis años utilizar gráficos en tiempo real y aumentar la arquitectura era algo muy diferente y novedoso. Era la primera vez que hacía algo tan público, es decir, había tres mil personas cada noche y déjame decirte que Frank Gehry es duro, no le gustan los imitadores, no le gustan nada las ideas no originales. Pero cuando estuvo en la sala verde, nos apoyó tanto y su respaldo fue tan significativo que sentimos una energía y una motivación increíbles. Es tu héroe diciendo: vale, la arquitectura, los medios de comunicación, las artes, pueden colisionar y ya no necesitamos pantallas.


En fin, nuestro primer estudio estaba en el centro de Silverlake, en Los Ángeles. Al principio éramos como cinco personas y ahora somos 12. Hablamos varios idiomas diferentes. Tenemos una media de edad de 25 años. Prácticamente todo el mundo puede escribir código en su propia realidad y simplemente intentamos ser multinacionales, multiculturales, hacer todo lo posible para ser diversos y lo más igualitarios posible. Ahora mismo estamos colaborando con Google, DeepMind, Nvidia, Gensler, Epson, que son grandes empresas y tienen recursos increíbles. Así que no estamos solos, hemos colaborado con estas personas durante los últimos seis años. Nuestro modelo de imaginación aquí en el estudio no es individual, siempre trabajamos como un colectivo y no somos comerciales, no hacemos logotipos ni trabajo relacionado a la publicidad. 


Esta es una pregunta que siempre hago a nuestros invitados. ¿Cuándo decides que una pieza está lista? Porque por tu obra puedo deducir que eres un artista extremadamente detallista, así que ¿cómo decides que has terminado?

En primer lugar, trabajar con software generativo es como una gran trampa, porque con un video o una foto una vez que comienzas a renderizar ya has tomado la decisión. Ya está hecho. Pero cuando trabajas con un sistema vivo como la IA no tienes un principio y un final, estás trabajando con un sistema que está vivo. Cuando trabajas con IA, en este espacio latente, que es infinito, tienes este enorme sentimiento de responsabilidad. A veces puede ser muy depresivo, te diré. A veces comienzas a preguntarte, ¿es este el espacio correcto? ¿Es esta la imagen correcta? De nuevo, estamos trabajando con un pincel pensante. Así que no es como un mouse o un teclado o unos números aleatorios que ejecutan un algoritmo. Tienes que preguntarte qué parte controlas tú, cuándo te conviertes en parte de la máquina de forma creativa, cuándo te conviertes en parte de esos números, cómo puedes iterar ese mundo que está más allá de la simple aleatoriedad de la máquina. Creo que esa parte es verdaderamente artística. Por ejemplo, nuestras piezas inspiradas en la naturaleza. Siempre he estado obsesionado con el agua, desde que era un niño, no somos nada sin ella y es omnipresente, así que me parece la cosa más inspiradora. He estado investigando la dinámica de fluidos desde 2012 y no se trata de un simple plugin o de simples números. Se trata de la idea que hay detrás. Dije, vale, ¿qué pasaría si los mismos datos se miraran desde la perspectiva de la IA? ¿Qué pasaría si la IA simulara la vida? Eso es la naturaleza. Y así es como empezó toda esta serie, porque cuando empiezas estas ideaciones y cuestionas la capacidad de la máquina de crear naturaleza, entonces tienes todo un nuevo universo. Ya no se trata de crear cosas al azar. No se trata de crear simulaciones al azar y voltear dominios. Así que, por supuesto, puedes simular lo que quieras en el ordenador, pero la verdadera pregunta es: ¿por qué estás simulando datos ricos desde una perspectiva rica? ¿Cuál es tu punto de vista? ¿Qué es lo que quieres comunicar? Creo que a veces ese es el punto que nos hace falta. 

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