En la edición de 2015 de la feria Expo Milán, los países participantes fueron exhortados a ofrecer contenidos que comprendieran los conceptos de sustentabilidad e innovación; ya que la producción de alimentos, el uso de energías limpias y el respeto al planeta, fueron las líneas de discusión de la feria.
Con base en estas normas se creó el Pabellón de México, que consitió de un recorrido que comunicaba la riqueza natural y cultural de México a través de distintas dimensiones, resultando en una experiencia de inmersión que empleó distintos formatos narrativos, con la intención de expandir la frontera de lo posible en terminos expográficos.
El trabajo realizado representa las posibilidades que nacen de la colaboración, acentuando el valor del diseño, la tecnología y la narrativa para crear exhibiciones que envuelvan a los visitantes mientras comuniquen claros y potentes mensajes.